Viajar con un perro en un avión es cada vez más demandado por los pasajeros que quieren pasar unos días de vacaciones y no desean dejar al animal atrás. Poder hacerlo con seguridad y siempre intentando que el perro (o cualquier otro tipo de mascota) esté lo más cómodo posible no siempre es sencillo y para conseguirlo es imprescindible conocer las diferentes normativas existentes.
Para saber cómo viajar con un perro en avión hay que tener en cuenta aspectos como los documentos que debes llevar, conocer cómo comprar pasaje para mascota, las legislaciones de los lugares de destino o los tipos de transportín declarados aptos por IATA.
Para complicar un poco más las cosas, cada compañía aérea tiene sus propias normas sobre este asunto y, de manera general, se dividen entre las que permiten viajar con perro en el avión y las que lo prohíben por completo.
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La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) fue la responsable de aprobar la normativa para viajar con perros en un avión. Entre otros aspectos, este organismo ha regulado el tamaño y tipo de transportines que deben utilizarse.
Sin embargo, aunque las compañías aéreas se han basado en las normas de la IATA, la gran mayoría han introducido pequeños cambios que obliga a tener que analizar los requisitos de cada una de ellas.
Con la excepción de las compañías que no permiten perros en el avión, casi todas han establecido los 8 kilos de peso entre el animal y el transportín para permitir que vayan en la cabina.
En los casos de que supere ese peso, los perros irán en la bodega del avión, donde es necesario un tipo de transportín más complejo
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El primer paso para viajar con un perro en un avión es investigar los requisitos del destino para permitir la entrada de animales. Si se viaja con mascotas al extranjero, lo más práctico es consultar en el consulado del país al que se llega, aunque el gobierno español ha reunido las diferentes legislaciones en una misma página web.
Dada la posibilidad de que esos requisitos cambien con el tiempo, nuestra recomendación es consultar siempre esas fuentes oficiales. Al día de hoy y de manera muy esquemática, estos son los principales requisitos para viajar con perro en avión:
Aunque cada país exige documentos diferentes, se pueden señalar algunos que siempre suelen estar presentes, como
Para viajar con perros en avión no solo hay que comprobar los requisitos de cada país, sino también la normativa de la línea aérea que se vaya a utilizar.
Dado el número de compañías aéreas existentes y la posibilidad de cambio en las normativas de cada una de ellas, nuestro consejo es que revises en su página web o por teléfono qué requisitos exigen para los perros en el avión antes de reservar el vuelo, así como los precios.
Con Iberia, los vuelos pueden llevar a perros en cabina si su peso es inferior a los 8 kilos, lo que incluye el transportín. Las medidas de este serán, como máximo.
Los de mayor peso deben ir en bodega, en un transportín rígido, resistente, con ventilación y con un tamaño adecuado para que el animal vaya cómodo.
La aerolínea francesa ofrece tres posibilidades a los que quieran viajar con animales: en la cabina, en la bodega o como carga, categoría esta última reservada para los animales que pesen más de 75 kilos, como un caballo.
Si quiero viajar con mi perro en la bodega (o con un gato), el peso del animal junto con su transportín no puede superar los 8 kilos. Además, se necesita que el servicio de atención al cliente lo autorice. Sin embargo, no será posible viajar con perros en el avión si el vuelo es intercontinental en clase Business.
Por otra parte, si se viaja con mascotas que pesen más de 8 kilos, los animales tienen que hacerlo en la bodega.
Perros y gatos están permitidos en la cabina si el peso del animal y del transportín es menor a 8 kilos. Antes de viajar con Lufthansa, es conveniente revisar que el transportín no supere el tamaño permitido, en este caso 55x40x23 centímetros. Viajar con perros de mayor peso implica que estos tengan que ir en la bodega.
En el caso de volar con Vueling, la compañía permite que los animales vayan en la cabina en las mismas condiciones que las aerolíneas ya mencionadas. Las medidas del transportín son, como máximo de 45x39x21 centímetros.
Al igual que otras low cost, como easyJet, con Ryanair no podrás viajar con un perro en el avión, excepto si se trata de un perro guía y solo en algunas rutas.
Si quieres viajar con un perro en el avión debes saber primero cómo comprar el pasaje para tu mascota. Para empezar, es imprescindible saber que solo se puede hacer directamente con la compañía y no mediante los buscadores online.
Un aspecto importante es asegurarse de que puedes llevar al perro en el avión, ya que incluso las compañías que lo permiten establecen un límite de animales que pueden ir en el vuelo.
Una vez que se esté seguro, ya se puede realizar la reserva tanto de tu billete como el del animal. Este paso, con muy pocas excepciones, debe hacerse por teléfono y la confirmación es inmediata. En estos casos, el pago del pasaje del animal se realiza en el aeropuerto.
Como medida de seguridad es conveniente comprobar que en la reserva que la compañía ha enviado aparece una línea que reza “animal en cabina confirmado” o algo parecido.
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Sin ninguna duda, el que mejor puede aconsejar para que los vuelos con mascota no supongan un problema es el veterinario. Existen, no obstante, una serie de consejos que van a hacer más cómodo viajar con perro en el avión, especialmente pensando en el animal:
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Otro aspecto que se debe tener en cuenta a la hora de viajar con perros en un avión es que algunas compañías aplican normas diferentes a ciertas razas, consideradas potencialmente peligrosas. Entre estas se encuentran los bulldogs, los boxer y otros de nariz chata.
Las normas especiales más permisivas para viajar con estos perros en avión exigen que lleven un bozal obligatorio e ir siempre en la bodega.
Por otra parte, otro grupo de compañías van más allá y prohíben directamente que perros de estas razas puedan viajar en avión.
Desafortunadamente, en algunas ocasiones viajar con perros en un avión puede complicarse por diversas incidencias.
Para empezar, si se nota que el perro ha sufrido algún tipo de problema, como una lesión, se debe presentar por escrito un documento que denuncie lo ocurrido para un posible abono de cualquier gasto veterinario asociado.
Otra posibilidad más grave es que el animal fallezca durante el vuelo. La jurisprudencia ante estos casos ha ido cambiando en los últimos años en favor de los dueños, aunque aún existen bastante vacíos legales. Las últimas sentencias judiciales han condenado a varias aerolíneas a pagar indemnizaciones a los dueños cuando se ha podido demostrar negligencia en el transporte.
Si tienes alguna duda, siempre puedes consultar a nuestros expertos de AirAdvisor para que te aconsejen cómo actuar y se hagan cargo de todo el proceso.
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